
Hasta 240 kilos de combustibles, 22 kilos de productos químicos y 1.500 litros de agua hacen falta para fabricar un ordenador medio, muy parecido al que estás utilizando en este instante. Así constaba en un estudio de 2004 realizado por la Universidad de las Naciones Unidas (UNU) y el investigador alemán Ruediger Kuehr. (El País)
StEP (Solving the e-waste Problem) es una nueva iniciativa en la que participan la ONU, fabricantes (HP, Microsoft, Dell…) , investigadores, ONGs y empresas de procesado de basura.
Se trata de reducir el uso de recursos consumidos al fabricar estos aparatos y una crear una legislación que regule de forma homogénea la recuperación y reciclado en los distintos territorios frente a la creciente montaña de basura electrónica.
A menudo todos estos aparatos son enviados a países en vías de desarrollo para ser reutilizados, pero en su destino se acaban amontonando para ser revendidos de forma ilegal o para ser incinerados, desaprovechándose su valor y contaminando el medio ambiente.
Actualmente sólo existen algunos centros en los que se realiza la recuperación de metales (oro, plata e iridio) en el mundo. Aportan como dato que Japón obtiene mediante su reciclado cerca del 50% del iridio que necesita.
El tratamiento inadecuado de toda esta basura produce numerosos efectos: la incineración de plásticos produce sustancias tóxicas, los metales pesados y otras sustancias como revestimientos ignífugos contaminan aguas y suelos, y además se pierde la posibilidad de reutilizar recursos valiosos.
Su manipulación inadecuada puede también causar daños a los trabajadores.

La recuperación exige altas tecnologías y procesos a gran escala, y la recopilación y separación requiere mano de obra especializada que podría crear muchos puestos de trabajo, pudiendo ser rentable ambiental y económicamente.
Las personas también deben poner de su parte, como siempre, comprando de forma responsable y después revendiendo, donando a quien le pueda ser útil y al final deshaciéndose de forma adecuada de ello.
Respecto esto último yo creo que todos los ayuntamientos deben (o deberían ya) tener un punto limpio donde poder depositar desde cables y reproductores mp3 hasta televisores. Otra cosa ya es que tengan sus puertas cerradas en domingo porque ¿a quién se le puede ocurrir hacer limpieza en casa en fin de semana y a una hora tan intempestiva como las 12 de la mañana?